Cuando la pelona no avisa


Ayer volvi a casa por la tarde y Mónica me esperaba con cara de desencajada " ha llamado papá, parece que el tio Justo ha fallecido hoy" un frio helado recorrio mi espina, mi tio Justo, el primo hermano de mi papá que habia compartido su infancia con él y que tanto cariño compartían no estaba más... Confirmada la noticia llamé a mi padre, estaba deshecho, la muerte, la única de quien no podremos escapar jamás, le había arrebatado a su amigo de la infancia, a su querido hermano, un aneurisma, fué rápido, tonto consuelo.
Hace unos días hablaba con su hija, mi prima Jhoana, una muchachita dulce y en la flor de la vida, nada hacía presagiar tremenda desgracia...ella fué la ultima que estuvo con su papá, que la amaba como a nadie y que dejo este mundo practicamente en sus brazos....no sabemos nunca que va a pasar.
Ultimamente no me he llevado del todo bien con mi viejo, por cosas que, pensandolo bien, no tienen ningun sentido, muchas veces hemos salido dando portazos y sin decirnos una palabra amable, discutiendo...y si algo le pasara a él? o me pasara a mi? ¡pucha que fea nota!, eso me hace pensar que hay que respirar y contar hasta mil antes de salir sin decirle a los seres que amas por lo menos hasta luego y darles un beso , decir "te quiero" demora muy poco tiempo y puede ser tu último recuerdo... ayy que tétrica me he puesto, pero es cierto, no sabemos cuando la pelona va a venir a por nosotros. Solo espero que mi tía y mis primas se pueda recuperar animicamente poco apoco, es una perdida total, no hay remedio ni consuelo, solo el tiempo mitigará el dolor, aqui estoy para cuando necesiten de mi. Tio Justo, dile al Jefe que nos heche una mirada de vez en cuando, tu, que ya puedes verle a EL.

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1 opiniones:

Anónimo dijo...

querida amiga, cuanto lo lamento!!
Lo siento por todos, menos por él, que ya sabrás, estará muy tranquilo y con Paz-
Espero que calmen los dolores y las angustias para todos. Coicido con vos, en algo que siempre nos ha enseñado mi mamá, a mi y a mi hermano, aplicable también a ella y a mi papá. Siempre nos hizo prometer que por más enojados que estemos entre nosotros, JAMAS nos vayamos a acostar sin darnos un beso. Y ella siempre nos decía eso: No sabemos si nos vamos a volver a levantar y tener la posibilidad de saludarnos... Siempre sonó muy triste, pero para mi es una inmensa verdad, y a veces, no solamente es necesario contar hasta mil, sino tbn nuestro orgullo, ese tonto orgullo que nos acompaña, desaparece mas rápidamente, cuando hoy yo me voy a dormir y te saludo y mañana te tocará a vos... Te acomapaño, como siempre amiga, en esta distancia tan conocida. TQ