Mi hijo me ha hecho inventar un nuevo verbo: TERREMOTEAR y no parece nada comparado con todo lo que puede llegar a hacer una cosa tan chica con toda esa energía que no parece de este mundo. Una cosa, o el tiene el doble de energía o yo ya estoy muy mayor y me es complicado seguirle la pista... bueno, dejemoslo en lo del doble de energía.
El caso es que ayer tarde salí con el nene a dar una vuelta por el campo, nos fuimos a Qenqo y nos lo pasamos pipa subiendo por las rocas y trepando hasta la cima de la cueva, los turistas miraban asombrados a ese pequeño rapáz que subía por las resbalosas piedras como si fuera una ardilla y alli iba la madre a duras penas tras el chiquillo que con una sonrisa solo decía " tu puedes mamá".
Esas solas palabras eran capaces de devolverme el aliento por que venían de mi pequeño, animándome a seguirle el paso y a llegar con el a la cima...cuando le alcancé estaba sentadito contemplando una preciosa flor de ñucchu que crecía hacia el sol. " que bonita flor mamá, aqui arriba" me dijo con una sonrisa plena
Una nueva lección de mi hijo, aveces me rindo muy facilmente y el me dió fuerzas para seguir, me dijo "tu puedes", y guió mis pasos. No estoy sola, le tengo a él para acompañarme y por mi pequeño Sebastián vale la pena subir las montañas mas altas por que sé que siempre estará ahi para decirme " Tu puedes mamá"
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