Preparando el final

Este año ha sido realmente de alucine, mi vida podría resumirse con dos palabras: la primera es Lucha.

Me ha tocado luchar por mi felicidad, luchar por mi salud, luchar por mi familia y también por desterrar de mi vida viejos fantasmas. Aveces cargamos con fardos inútiles que no hacen mas que aumentar el peso de los problemas verdaderos, y esos, lo tengo claro, son los primeros que deberíamos desterrar para llevar mas ligero el equipaje.

La segunda palabra es Felicidad, que no es más que el resultado de esa lucha interna y externa.Un producto maravilloso que estoy disfrutando y que me sienta muy bien, aunque de todos modos sigo en la lucha por mantener las cosas como están y darles matices cada vez mas bonitos, mejorar lo que hay que mejorar, dosificar lo que haya que dosificar y al final del día simplemente disfrutar. Entiendo que la vida es un cúmulo de cosas que no tienen por que estar pre escritas, yo creo que cada quien es dueño de su propio destino y que cada quien elige el camino que ha de tomar, por eso, como cada camino es diferente, cada vida es única irrepetible e imprevisible. Teniendo en cuenta esto último, no haré un balance de como debió ser mi vida este año que se va, de si cumplí o no cumplí con lo que me había planteado, quizás muchas cosas quedaron solo en promesas y otras tantas en el tintero, sólo diré que este año he aprendido de lo bueno y de lo malo, he hecho amigos invalorables que me acompañan día a día, he pasado mas tiempo con mis amigas de toda la vida, he vuelto a convivir con mis padres y hermanos, he borrado fantasmas disfrazados, y me he liberado de mucho lastre. Me siento bien, y aunque tenga planes a corto plazo dejaré que el año que viene me sorprenda también con lo bueno y lo malo que me trae, y aquí estaré aprendiendo y disfrutando y tomándome la vida mas tranquilamente por que tengo muchos pilares en los que siempre me puedo apoyar, Dios, mi esposo, mi hijo, mis padres y hermanos, mis amigas y amigos y sobre todo mi propia fortaleza.